Yo lo vi primero!!

Por Felipe Basso

Yo lo vi primero!! Ese fue el grito que me sorprendió e hizo que me diera cuenta de que ya no estaba preocupado de esas cosas.Cuando era chico era, tal vez, uno de los logros más grandes, por sobre las entretenciones pasajeras como contar vacas, adivinar la publicidad o cualquier otro juego de fácil implementación que se pudiera dar en el eterno viaje de dos horas a la playa.Era un acontecimiento único, solamente una vez al año se llegaba, y aunque el mar permaneciera ahí, visible, durante dos meses, la primera vez era la que valía.Será ese espíritu aventurero escondido dentro de cada niño el que nos convierte en “descubridores” de nuestro propio entorno, el que nos alienta a soltar la mano para tratar de caminar solos y llegar cada vez un poco más allá, por lo menos en ese momento en que el mundo no tiene más reglas que las que dictan nuestros padres y nuestra precaria conciencia.El mar y el camino siguen estando donde mismo, y esa primera visión, tan encantadora en la niñez, ha estado siempre detrás de la misma curva, aunque nos tomara por sorpresa cada año y desesperábamos porque el otro no se hubiera dado cuenta antes.Algo tenía de especial esa primera mirada, algo que, sin saber ni cómo, ni cuándo, se perdió en algún lugar de la memoria, y dejó espacio a otras prioridades, a otras experiencias, a otras visiones. Tal vez se perdió en ese instante en que nos quisimos anticipar a lo que venía, cuando creímos que ya conocíamos el camino de memoria y no lo quisimos seguir descubriendo.