Un Largo Feriado

Si no he escrito hasta ahora es por que estaba un poco ocupado. Finalmente ese fin de semana llegó. No se que pasa en este país que la gente nunca ha sabido organizarse con los días feriados. Existiendo un calendario que todos conocemos desde principio de año, o incluso desde años antes, a todo el mundo le caen los feriados como si fuera una noticia de la semana. Que hay que adelantar trabajo, que hay que quedarse hasta más tarde, que hay que mover reuniones y adelantar decisiones, todo esto porque nadie se acordó que venía un feriado.Después de lidiar con nuestra realidad, me fui a mi casa y esperé a que me pasaran a buscar para disfrutar de un fin de semana en la playa. Hubiera sido más práctico ir en mi auto, pero no quería parecer antisocial.
Como estoy acostumbrado a que la gente sea impuntual, decidí ver una película mientras esperaba, y resultó ser un verdadero acierto, tanto por la calidad como por la duración. Un par de minutos después de que se acabó, sonó mi teléfono, me estaban esperando abajo.
En el auto estaban Pato, su polola, prácticamente su señora, y una amiga de ella. Me pareció que la escena estaba tan maqueteada, ella era la elegida, que hasta me dio vergüenza conversarle durante la primera media hora de viaje. Resultó, a la larga, ser una mujer bastante entretenida, y la única soltera del fin de semana, ya que, aunque Pato me había prometido otra cosa, la mayoría de los solteros adhirieron a otros panoramas personales, y no se atrevió a decírmelo hasta que llegáramos.
En vista de esto resultamos ser casi como una pareja más, todo, excepto la cama, nos correspondía hacerlo juntos, así que creo que fue la persona con que más he compartido en los últimos meses. El trago y los juegos también colaboraron en eso, y terminamos compartiendo algunas cosas más.
De vuelta a Santiago salimos un par de veces y terminamos medio involucrados en una relación que hace poco terminó.
Nada malo podría decir de ella, salvo incompatibilidades varias, que no son culpa de nadie sino, simplemente, incompatibilidades, y me demostraron que no soy tan tolerante como creía ser, y que las personas en general es lo que es no más y no lo que uno cree que son.
Ahora he vuelto a la rutina de la lectura y el control remoto, y me han vuelto las ganas de incarle el diente a la libreta que hace tiempo tengo guardada...(continuará)